Bellatrix Lestrange

Bellatrix nació en 1951, siendo hija de Cygnus y Druella Black, quienes le concedieron la herencia de sangre pura. Era la hermana mayor de Andromeda y Narcissa, aunque Bellatrix rompió todo contacto con Andrómeda cuando ésta se casó con un mago nacido de muggles, Ted Tonks, siendo debido a ésto rechazada por sus semejantes. Bellatrix le dijo a Lord Voldemort en 1997 que ni siquiera Narcissa había "puesto los ojos en su hermana desde que se había casado con el Sangre sucia". Bellatrix también odiaba a su primo Sirius Black debido a que era un Gryffindor y lo calificó como "Traidor a la Sangre". Entró en Hogwarts en el año de 1962 quedando en la casa de Slytherin.

Bellatrix asistió en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y fue aceptada en la Casa de Slytherin. Eventualmente se casó con Rodolphus Lestrange, un mago sangre pura, como era de esperar de ella, y para cuando ascendió por primera vez al poder el poderoso mago oscuro conocido como Lord Voldemort, ella y su marido se unieron a los Mortífagos. Diferente a sus hermanas, Bellatrix no mostraba ningún afecto externo por su esposo, ni siquiera al mencionarlo en una conversación. Su verdadero amor era Voldemort,  quien le proporcionó entrenamiento en las Artes Oscuras, lo cual contribuía con su increíble talento. Antes de entrar a Azkaban se la consideraba una mujer muy hermosa, pero su apariencia comenzó a cambiar hasta verse (y ser) enfermiza.

Para cuando estalló la Primera Guerra Mágica, Bellatrix y su esposo Rodolphus lucharon en la guerra a favor de Voldemort y su secta de Mortífagos. Bellatrix permaneció leal a Voldemort durante la guerra e incluso le fue fiel luego de su caída. Bellatrix era una de las pocas mujeres dentro del contingente de Mortífagos de Lord Voldemort. Tras la caída del Señor Tenebroso en 1981, Bellatrix y un grupo de Mortífagos, incluyendo a su esposo, su cuñado y Barty Crouch Jr., capturaron a Aurores y miembros de la Orden del Fénix, entre ellos a Alice y Frank Longbottom, padres de Neville Longbottom.

Bellatrix y sus asociados usaron la Maldición Cruciatus para torturarlos al borde de la locura, un crimen por el cual fueron juzgados ante el Wizengamot y sentenciados a encarcelamiento de por vida en la Prisión Mágica de Máxima Seguridad de Azkabán. Como resultado a su tortura, Alice y Frank Longbottom pasaron el resto de su vida estacionados en el hospital San Mungo y sin saber que ambos tuvieron un hijo. A diferencia de muchos otros Mortífagos, Bellatrix no solo permanecía leal al Señor Tenebroso, sino que también proclamaba que le sería fiel hasta su regreso. En efecto, Bellatrix tenía tanto orgullo de su lealtad al Señor Tenebroso, que durante su juicio ante el Wizengamot proclamó que al sentarse en su silla se sentía como si estuviese sentada en un trono. Posteriormente se describiría como "su más leal sirviente", e incluso Lord Voldemort, a quien muchos temían dentro del grupo y no se dirigían de forma directa, adquirió respeto por ella.

Cuando Lord Voldemort regresó en 1995, señaló que los Lestrange eran unos de los miembros más leales del círculo interno de Mortífagos. En enero de 1996, Bellatrix fue uno de los muchos Mortífagos que escaparon de Azkabán y se reunieron con Voldemort cuando los Dementores se unieron al Señor Tenebroso. Como resultado, Bellatrix se volvió una "Mujer Buscada" y significó un peligro para el programa del Ministerio para recapturar a los prisioneros si ésta era capturada. De alguna extraña manera ella sabía que iba a salir de Azkaban esa noche, tal vez porque su marca tenebrosa se oscureció.

Poco después en ese mismo año, Bellatrix participó en la Batalla del Departamento de Misterios para poder robar una profecía que relacionaba a Harry Potter con Voldemort, como segunda al mando liderada por Lucius Malfoy. Se enfurecía fácilmente cuando Harry decía el nombre de Voldemort y le dijo que era un sangre mestiza. Posteriormente, torturó rápidamente a Neville Longbottom con la Maldición Cruciatus de manera que obligase a Harry a tomar la profecía. También era claro que Bellatrix estaba buscando un momento en la batalla donde pudiese torturar hasta la locura a Neville tal como hizo con sus padres, siendo un arduo castigo que ella disfrutaba.

Cuando la Orden del Fénix llegó, Bellatrix se batió en duelo y derrotó a su sobrina, Nymphadora Tonks, y entonces comenzó a luchar contra su primo, Sirius Black, quien se mofó de ella mientras continuaba el duelo. Al lograr esconderse de sus ataques, Bellatrix le lanzó una maldición asesina (en el libro un encantamiento aturdidor), haciéndolo caer a través del Velo de la Cámara de la Muerte, matándolo al instante. Entonces, derrotó a Kingsley Shacklebolt en un corto duelo y al mismo tiempo pudo desviar un poderoso hechizo causado por Albus Dumbledore. Cuando se vio rodeada de Aurores, Bellatrix optó por escapar.

Fue perseguida por Harry, quien la culpaba por la muerte de su padrino. Harry estaba tan lleno de furia al punto que intentó aplicarle la Maldición Cruciatus, sin embargo, apenas logró hacerla caer en su huida. Furiosa y riéndose de la muerte del padrino de Harry, le gritó que sólo se podía lanzar una Maldición Imperdonable deseando que el oponente sufriera, y que con la ira no era suficiente. Harry simplemente le dijo que la profecía se había roto y que Voldemort no estaría muy contento al ver que fallaron. Bellatrix, muerta de miedo, intentó utilizar un encantamiento convocador (obviamente sin éxito) para conseguir la profecía. Al descubrir que estaba rota, Bellatrix se puso a chillar de forma desquiciada, pidiendo clemencia a su amo. Entonces, llegó Voldemort, sin prestarle atención a Bellatrix y entonces comenzó un duelo contra Dumbledore en el Atrio del Ministerio. Bellatrix quedó atrapada en el piso al ser aplastada por una estatua mediante un hechizo causado por Dumbledore, mientras Voldemort luchaba. Tras intentar poseer a Harry y ser descubierto por oficiales del Ministerio, El que no debe ser nombrado desapareció, llevándose a Bellatrix.